Mi vestido rosa.

LLevaba el mismo vestido, el vestido rosa de los sábados, era el favorito de los dos, a ella la encantaba y a él , más aún. Todos los sábados paseaban de la mano por El Retiro y ella siempre llevaba ese vestido rosa, lo llevaba tambíen a las cenas de familia, y a todos sus aniversarios, incluso cuándo cuándo iban al cine , se lo ponía,cómo en su primera cita . Aquel vestido era todo cuánto le quedaba de él,aún recordaba el tacto de sus manos, agarrándo las suyas en aquellas tardes por el centro de Madrid, y el sonido  de la sonrisa que la arrancó en una de las pocas veces que se metieron a un fotomatón, recordaba también la manera que tenía de  despertarla cada mañana, con una canción y un desayuno siempre a las 11:22, como el día de su primer beso.
 Perderle fué el golpe más duro de sus 26 años, una puñalada en el corazón, un mordisco que el destino la lanzó al despegar su corto vuelo, peor que una caída desde un 4º piso, al perderle se perdió , dejando un rastro de lágrimas y pesadillas ...