Las musas ya no me visitan porque tú eras quien las llamaba, desde que te fuiste las esquinas ya no son un sitio para besarte, y en los escaparates ya no puedo imaginarte, desde que te fuiste las teclas de mi ordenador me queman las llemas de los dedos y me prohíben recordarte,pero yo encuentro el momento perfecto para hacerlo en cualquier lugar, sin tí ,mi sonrisa murió y mi corazón se paró porque decía que latir solo le traía calamidades,y para aliviarlo el Malibú con piña se convirtió en mi mejor amigo cada vez que alguien hablaba de tí. Asi que, dejarse morir era la mejor opción,o lo fue desde el momento en que llamaste a mi puerta dándola la mano a ella...
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