He perdido los zapatos (otra vez)

No debes alisarte el pelo si el hombre del tiempo pronostica lluvia. No puedes ponerte una falda si hace viento. Nadie estrena zapatos si sabe que tendrá que correr. No debes irte lejos de casa si tienes el coche averiado. No es normal comer ajos antes de una cita. Ni vestir de payaso en una boda. No debes golpear piedras enormes con el pie. Todo el mundo sabe que no es conveniente bailar en un funeral. Ni enamorarse de quien nunca muestra emociones más allá de un escalofrío.


Romeo se sienta enfrente de mi y ni siquiera es capaz de sonreírme.Cada vez que le veo me parece más guapo que la anterior. Pero no parece ser nada más que eso, unos ojos azules y una tímida voz que siempre permanece callada. Lo doy todo por perdido hasta que una de sus mejores amigas me pregunta que si estoy comprometida. Yo miento. Romeo no dice ni mú. Y tan poco dice Romeo que a nadie le parece ser él. Pero  ¿quién si no Romeo devolvería un zapato perdido en mano y con una sonrisa?. Me pregunto si sentirá frío, pena o desilusión mientras le veo jugar al fútbol desde la distancia. Me pregunto está noche si Romeo habrá estado enamorado. Y también si le gustaría una tarde de pelis y palomitas con la chica que por olvidar, se olvidó hasta de enamorarse.